… Yo soy autista y necesito la sensación de ser abrazada pero invente una máquina en la que entró y después me siento diferente, soy más sociable

Parte del discurso final de Temple Grandin en la película basada en su propia vida. Ella rechazaba el abrazo (Contacto) de su madre y seres queridos desde los seis años así como también no toleraba el exceso de ruido en ambientes llenos de gente.

Esto constituye dos clásicos ejemplos de desorden sensorial, donde nuestro cerebro no procesa bien las sensaciones del ambiente que llegan a nosotros a través de nuestros sentidos.

Generando de esta manera una baja o alta respuesta a un determinado estímulo del ambiente, como ruidos, colores, contacto de la ropa o un simple abrazo.

Es en estas circunstancias que la integración sensorial aplicada por el terapeuta ocupacional es de extrema importancia para auxiliar a aquellos niños o adultos que tienen un exceso o falta de sensibilidad en algunos de los sentidos.

En qué consiste esta terapia, cómo aplicarlas y cómo saber si nuestro nene tiene problemas sensoriales, son aspectos que tocaremos en este post.

¿Qué es la integración sensorial (IS)?

La IS es el proceso mediante el cual nuestro cerebro recopila, organiza y procesa la información sensorial proveniente del entorno.

Nuestro cuerpo está constantemente recibiendo información sensorial a través de nuestros sentidos:

  • Vista
  • Oído
  • Tacto
  • Gusto
  • Olfato
  • Propiocepción: es la capacidad que tiene nuestro cerebro de saber la posición exacta de todas las partes de nuestro cuerpo en cada momento.
  • Interocepción: es nuestro sentido menos conocido que nos ayuda a entender y sentir lo que sucede dentro de nuestro cuerpo. Gracias a el podemos sentir hambre, calor, frio o simplemente sed.

El proceso de integración sensorial permite que nuestro cerebro interprete y dé sentido a esta información, lo que nos permite interactuar y responder de manera adecuada al mundo que nos rodea.

Cuando nuestros sentidos funciona correctamente, nuestros niños pueden procesar y filtrar la información sensorial de manera eficiente, lo que les ayuda a mantenerse enfocados, coordinar sus movimientos y responder de manera apropiada a diferentes situaciones.

Sin embargo, algunos pequeños pueden presentar dificultades en la integración sensorial, lo cual afectarles en su rutina diaria y su capacidad para participar plenamente en actividades académicas y sociales. A continuación, exploraremos algunos signos comunes de problemas de integración sensorial.

Integración sensorial y su importancia en los niños

Reconocer las señales de problemas o disfunciones sensoriales en los niños es fundamental para poder brindarles el apoyo adecuado.

Integración sensorial. niño con orejeras. un ejemplo clásico de trastornos sensorial
Niño con orejeras, síntoma clásico de problemas sensoriales / Acp

Si bien cada niño es único y puede presentar diferentes manifestaciones, existen algunos síntomas comunes que pueden indicar dificultades en la integración sensorial. Algunos de estos signos incluyen:

  • Sensibilidad extrema a ciertos estímulos sensoriales, como sonidos fuertes, luces brillantes o texturas específicas.
  • Dificultad para mantener la atención en tareas que requieren concentración.
  • Problemas con la coordinación motora, como dificultad para saltar, correr o realizar movimientos finos con las manos.
  • Comportamientos hiperactivos o inquietos.
  • Resistencia o aversión a ciertas actividades o situaciones, como el contacto físico o el uso de ciertas texturas.

Es importante recordar que estos síntomas no necesariamente indican un trastorno sensorial, ya que pueden estar asociados con otras condiciones o simplemente ser parte del desarrollo individual de cada niño.

Sin embargo, si notas una serie de señales persistentes o si estos signos afectan significativamente la vida diaria del niño, puede ser útil buscar una evaluación profesional para determinar si hay problemas de integración sensorial.

Continúa leyendo para descubrir cómo se lleva a cabo el proceso de integración sensorial y qué estrategias puedes utilizar para promoverla tanto en el aula como en el hogar.

Síntomas comunes de los trastornos sensoriales

El proceso de integración sensorial implica la interacción entre el sistema nervioso central y los sistemas sensoriales del cuerpo. Cuando recibimos información al tocar la superficie rugosa de un objeto o el sonido de una voz, esta información viaja desde los receptores sensoriales hasta el cerebro a través de las vías nerviosas.

Una vez que la información llega a nuestro cerebro, se lleva a cabo un proceso de filtrado y organización. El cerebro determina qué información es relevante y cómo debe ser interpretada y respondida.

Por ejemplo, si nos encontramos en un entorno ruidoso, el cerebro puede filtrar los sonidos irrelevantes para que podamos concentrarnos en lo que realmente importa, como una conversación o una instrucción.

Cuando nuestro sistema sensorial funciona correctamente, el cerebro es capaz de filtrar y organizar la información que nos llega de nuestro entorno de manera eficiente, lo que nos permite responder de manera adecuada y adaptativa a nuestro entorno.

Sin embargo, en algunas personas, este proceso puede verse afectado, lo que puede llevar a dificultades conocidas como disfunciones o trastornos sensoriales.
A continuación, exploraremos algunas estrategias y actividades que pueden ayudar a promover la integración sensorial tanto en el aula como en el hogar.

Comprender el proceso de integración sensorial

El entorno educativo juega un papel clave en la promoción del bienestar sensorial de los niños. Al implementar estrategias y actividades que estimulen el buen funcionamiento de nuestros sentidos, los profesores pueden ayudar a los niños a desarrollar habilidades de procesamiento sensorial y a regular su respuesta a diferentes estímulos externos.

Por ejemplo:

Crear un entorno sensorialmente enriquecido: Proporcionar una variedad de materiales y experiencias sensoriales en el aula, como objetos de texturas diferentes, música suave, luces ambientales y aromas sutiles. Esto ayudará a los niños a explorar y procesar diferentes estímulos sensoriales de manera segura y controlada.

Incorporar pausas sensoriales: Incluir breves pausas sensoriales durante el día escolar puede ayudar a los niños a regular su nivel de actividad y a mejorar su capacidad para concentrarse. Las pausas sensoriales pueden incluir actividades como estiramientos suaves, ejercicios de respiración profunda, o juegos de equilibrio y coordinación.

Fomentar el movimiento: Permitir que los niños se muevan libremente en el aula puede ayudar a liberar la energía acumulada y a mejorar su capacidad para concentrarse. Incorporar actividades físicas y juegos que involucren movimientos grandes, como saltar o correr, puede ser beneficioso para promover la integración sensorial.

Estas son solo algunas estrategias que los profesores pueden implementar en el aula para promover la integración sensorial de los niños. Sin embargo, es importante recordar que cada niño es único y puede responder de manera diferente a las estrategias propuestas.

Por lo tanto, es recomendable observar y adaptar las estrategias según las necesidades individuales de cada niño.

Continúa leyendo para descubrir actividades sensoriales que pueden realizarse tanto en el hogar como en la escuela, así como recursos adicionales y la importancia de trabajar con terapeutas ocupacionales para brindar apoyo en la integración sensorial.

Estrategias para promover la integración sensorial en casa y en el aula

La creación de rincones sensoriales en áreas específicas de nuestras casas o en la escuela es algo muy positivo para fomentar una correcta educación sensorial y cognitiva.

Integración sensorial, con imaginación hasta un sitio en la cocina sirve para luchar con los trastornos sensoriales
El límite es la imaginación / Acp

Estos rincones son especialmente beneficiosos para aquellos niños que pueden tener dificultades en la integración sensorial. Aquí hay algunas ideas para crear rincones sensoriales tanto en casa como en la escuela:

  1. Texturas Táctiles

En casa: Coloca almohadas táctiles con diferentes texturas (suave, rugoso, peludo) para que los niños las toquen y exploren.
En la escuela: Proporciona cajas con arena, arroz, o materiales suaves para que los niños exploren con las manos y desarrollen el sentido del tacto.

2. Estación de Agua

En casa: Llena recipientes con agua y coloca juguetes que floten. Los niños pueden explorar diferentes sensaciones y experimentar con el agua.
En la escuela: Establece una estación de agua con cubetas, vasos medidores y objetos flotantes para que los niños jueguen y desarrollen habilidades motoras finas.

3. Luces Suaves y Juguetes Luminosos

En casa: Crea un rincón con luces suaves, lámparas de lava o juguetes que emitan luces intermitentes para estimular el sentido visual.
En la escuela: Introduce luces suaves en el aula o utiliza juguetes con luces durante actividades específicas para captar la atención y mejorar la concentración.

4. Materiales de Construcción

En casa: Proporciona bloques, piezas de construcción y otros materiales que permitan a los niños experimentar con diferentes formas y texturas.
En la escuela: Crea un rincón de construcción con bloques de diferentes tamaños y formas, fomentando la coordinación mano-ojo y la creatividad.

5. Espejos y Reflejos

En casa: Coloca espejos en diferentes ángulos para que los niños vean sus propias expresiones y experimenten con la percepción visual.
En la escuela: Incorpora espejos en el área de juego para que los niños exploren su imagen y practiquen el reconocimiento facial.

6. Sonidos y Música

En casa: Proporciona instrumentos musicales simples y juguetes que emitan sonidos para que los niños exploren el sentido auditivo.
En la escuela: Establece una estación de música con instrumentos de percusión y permite que los niños experimenten con diferentes ritmos y tonos.

7. Zona de Calma

En casa: Crea un rincón tranquilo con cojines y mantas suaves donde los niños puedan relajarse y disfrutar de momentos de calma.
En la escuela: Designa un área especial con cojines y luces suaves donde los niños puedan retirarse cuando necesiten un descanso tranquilo.

Estos rincones sensoriales proporcionan oportunidades para que los niños exploren y desarrollen sus habilidades sensoriales de manera divertida y educativa.

Recuerda que cada niño es único. Personaliza los rincones según las necesidades y preferencias de los niños, y asegúrate de supervisar su uso para garantizar un entorno seguro y enriquecedor.

Continúa leyendo para descubrir la importancia de trabajar con terapeutas ocupacionales y cómo se integra la integración sensorial en entornos de educación especial.

Trastornos sensoriales: herramientas y recursos para tratarla

Los terapeutas ocupacionales desempeñan un papel fundamental en el apoyo a los niños con dificultades en la integración sensorial.

Estos profesionales están capacitados para evaluar y tratar los problemas de procesamiento sensorial, y pueden trabajar en estrecha colaboración con los padres y educadores para desarrollar planes de intervención individualizados.

Un terapeuta ocupacional puede realizar evaluaciones exhaustivas para determinar las áreas específicas de dificultad sensorial de un niño y desarrollar estrategias y actividades adaptadas a sus necesidades. Estas actividades pueden incluir terapia de juego, actividades motoras gruesas y finas, y técnicas de modulación sensorial.

Es importante destacar que el trabajo con un terapeuta ocupacional debe ser complementario a las estrategias implementadas en el hogar y la escuela.

El terapeuta ocupacional puede brindar orientación y apoyo adicional para ayudar a los niños a desarrollar habilidades de procesamiento sensorial, pero el trabajo diario y la consistencia en la implementación de estrategias es esencial para lograr resultados positivos.

Integración sensorial en entornos de educación especial

La integración sensorial también desempeña un papel crucial en los entornos de educación especial.

Integración sensorial, niño con trastornos sensoriales jugando
Los problemas de IS son muy comunes en el autismo / Acp

Los niños con necesidades educativas especiales como el autismo a menudo presentan dificultades en la integración sensorial, lo que puede afectar su capacidad para aprender, comunicarse y participar en actividades escolares.

En los entornos de educación especial, es fundamental que los educadores y terapeutas ocupacionales trabajen en estrecha colaboración para desarrollar planes de intervención adaptados a las necesidades individuales de cada niño.

Esto puede incluir la adaptación del entorno físico para reducir los estímulos sensoriales abrumadores, la incorporación de pausas sensoriales regulares y la implementación de estrategias específicas para promover la regulación sensorial.

Además, es esencial brindar apoyo y capacitación a los educadores y personal de educación especial sobre la importancia de la integración sensorial y cómo implementar estrategias efectivas en el aula.

La colaboración entre todos los profesionales involucrados es clave para garantizar un entorno de aprendizaje inclusivo y enriquecedor para todos los niños.

Consideraciones

La integración sensorial es un concepto fundamental en el campo de la educación especial. Se refiere a la capacidad del cerebro para procesar, organizar e interpretar la información sensorial proveniente del entorno.

Para algunos niños, este proceso puede resultar desafiante, lo que puede afectar su funcionamiento diario y su capacidad para aprender y participar en actividades.

Existen diferentes tipos de dificultades de integración sensorial, y cada niño puede experimentarlas de manera única. Algunos pueden ser hipersensibles a ciertos estímulos, como ruidos fuertes o luces brillantes, mientras que otros pueden ser poco sensibles, necesitando estímulos más intensos para percibirlos.

Estas dificultades pueden manifestarse de diversas formas, como problemas de atención, dificultades en el procesamiento del lenguaje o problemas de comportamiento.

Identificar los síntomas de un trastorno sensorial es el primer paso para ayudar a los niños que lo necesitan.

Algunos indicadores pueden incluir reacciones exageradas o inusuales a ciertos estímulos, dificultades para seguir instrucciones, problemas de equilibrio o coordinación motora, y una preferencia por actividades que proporcionen una estimulación sensorial específica.

Es importante destacar que una mala integración sensorial no significa que un niño tenga un trastorno o discapacidad. Muchos niños sin diagnóstico pueden beneficiarse de estrategias de integración sensorial para mejorar su bienestar y rendimiento académico.

Referencias

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