Entender el diagnóstico del autismo es una interrogante aparentemente fácil de responder, sin embargo, bastante complicada en la vida práctica.

El paso lógico al notar que algo anda mal en un niño o adulto es acudir a un centro médico en busca de respuestas.


Los mismos pasos son válidos para el autismo o TEA como es conocido actualmente, con la excepción que esta enfermedad neurológica aún no tiene cura y presenta un amplio rango de variabilidad lo cual da lugar a diferentes interpretaciones por parte de los profesionales de la salud.

Interpretaciones que muchas veces terminan confundiéndote aún más.

Es sobre esta temática que desarrollamos el presente artículo

Trastorno del Espectro Autista [TEA], un poco de historia

El Autismo fue descrito en 1943 por Leo Kanner y descrito en su famoso artículo Disturbios Autistas de Contacto Afectivo.

El autismo fue reconocido como enfermedad o trastorno en 1980 por la Asociación Americana de Psiquiatría al ser incluida como tal en el Manual Diagnostico y Estadístico de los Trastornos Mentales [DSM III] con el nombre de Trastorno Difuso del Desenvolvimiento [TID].

Posteriormente, en la publicación del DSM IV adopto el nombre de Trastorno del Espectro Autista [TEA].

Actualmente el DSM esta en su quinta versión y fue publicado en 2013. Sirve de guía en gran parte mundo en lo relacionado a los diagnosticos psiquiatricos.

Los países que no adoptaron el DSM usan la Clasificación Internacional de las Enfermedades [CIE-10] de la Organización Mundial de la Salud [OMS], el cual tiene criterios similares al DSM.

Solo Francia y Grecia tienen sus propios manuales de clasificación de los trastornos mentales.

Los síntomas del autismo varían de niño para otro, pero en general, se concentran en tres áreas:

  • Deterioro de la actividad social,
  • Dificultades de la comunicación y
  • Conductas repetitivas y estereotipadas.

Conosca más sobre los sintomas del autismo AQUI.

Diagnóstico del autismo ¿Cómo se realiza?

El diagnóstico del TEA es con frecuencia un proceso de dos etapas.

La primera etapa comprende una evaluación del desarrollo general durante los controles rutinarios del niño sano con su pediatra.

Los niños que muestran algunos problemas de desarrollo físico o cognitivo se derivan para una evaluación adicional.

La segunda etapa comprende una evaluación exhaustiva efectuada por un equipo de médicos y otros profesionales de la salud con un amplio rango de especialidades.

En esta etapa, un niño puede recibir un diagnóstico de autismo o de algún otro trastorno del desarrollo.

El siguiente video es bastante explícito en este tema:

En general, puede brindarse un diagnóstico confiable a los niños con el trastorno del espectro autista [TEA] a la edad de 2 años, aunque la investigación sugiere que algunas pruebas de detección pueden ser útiles a los 18 meses o aun antes.

Mucha gente—inclusive pediatras, médicos de familia, maestros y padres—pueden, al principio, ignorar los signos del TEA, al creer que los niños “alcanzarán” a sus compañeros.

Aunque a usted pueda preocuparle pensar que su hijo pequeño tiene se encuadre dentro de los TEA, cuanto más temprano se diagnostique el trastorno, más rápidamente pueden comenzar las intervenciones.

La intervención temprana puede reducir o prevenir las discapacidades más graves asociadas con el TEA.

La intervención temprana también puede mejorar el coeficiente intelectual [CI] de su hijo, el lenguaje y las habilidades funcionales diarias, también llamadas conducta adaptativa.

Detección del TEA

Un control del niño sano debería incluir una prueba para evaluar su desarrollo, con examen de detección específico del TEA a los 18 y 24 meses, como lo recomienda la Academia Americana de Pediatría.

Es importante comprender que realizar exámenes de detección del TEA no es lo mismo que diagnosticar el TEA.

Los instrumentos de detección [cuestionarios] se usan como primer paso para informar al médico si el niño necesita más pruebas.

Si el pediatra de su hijo no lo examina en forma rutinaria para detectar el TEA, pídale que lo haga.

Para los padres, sus propias experiencias y preocupaciones sobre el desarrollo de sus hijos serán muy importantes en el proceso de detección.

Mantengan sus propias notas acerca del desarrollo de su hijo y revise los videos familiares, fotos y álbumes cuando era bebe para ayudarles a recordar cuándo notaron por primera vez cada conducta y cuándo su hijo/a alcanzo ciertas etapas de desarrollo.

Evaluación integral para el diagnóstico del autismo

La segunda etapa de diagnóstico debe ser minuciosa a fin de encontrar si otras afecciones pueden ser las causantes de los síntomas de su niño.

Esas afecciones pueden ser:

  • Problemas sensoriales
  • Problemas de sueño
  • Discapacidad intelectual
  • Crisis epilépticas
  • Síndrome X frágil
  • Esclerosis tuberosa
  • Problemas gastrointestinales

Un equipo que incluye un psicólogo, un neurólogo, un psiquiatra, un logopeda u otros profesionales experimentados en el diagnóstico del TEA pueden efectuar esta evaluación.

La evaluación puede calificar el nivel de razonamiento del niño, el nivel de lenguaje y su conducta adaptativa.

Estas son habilidades necesarias para completar las actividades diarias como; alimentarse, vestirse y asearse de una forma independiente.

Cuestionarios que ayudan en el diagnóstico del Autismo

Estos cuestionarios combinan información de los padres con observaciones del niño realizadas por el médico.

Padres y médicos llenan esos formularios para tener la seguridad de que cualquier médico pueda llegar a las mismas conclusiones.

Los ejemplos de cuestionarios para los infantes y niños en edad preescolar incluyen:

  • Lista de verificación para el autismo en los infantes [CHAT, por sus siglas en inglés]
  • Herramienta de detección del autismo en niños de dos años [STAT, por sus siglas en inglés]
  • Cuestionario de comunicación social [SCQ, por sus siglas en inglés]
  • Escalas de conducta comunicativa y simbólica [CSBS, por sus siglas en inglés].

Diagnostico del autismo: cuestionarios para adultos

Para detectar el TEA leve o síndrome de Asperger en adultos, el médico puede depender de formularios diferentes, como:

  • Cuestionario de exploración del espectro autista [ASSQ, por sus siglas en inglés],
  • Escala australiana para el síndrome de Asperger [ASAS, por sus siglas en inglés] y
  • Test infantil del síndrome de Asperger [CAST, por sus siglas en inglés].

Algunos recursos útiles para la detección del TEA incluyen las herramientas de detección del desarrollo general del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades [CDC].

Dichas herramientas para la detección específica del TEA están disponibles en el sitio web de los CDC

Diagnostico del autismo, ¿cómo interpretarlo? foto de niño autista
La busqueda de ayuda médica en los primeros años de vida, es vital para el tratamiento del paciente con TEA. | ACP

Consideraciones

El TEA es un trastorno complejo que a veces se presenta junto con otros trastornos del aprendizaje.

Por lo cual es necesario una evaluación integral la cual puede incluir imágenes cerebrales y exámenes genéticos.

A esto, tiene que añadirse pruebas de memoria a profundidad, resolución de problemas y de lenguaje.

Los niños con cualquier retardo de desarrollo también deben someterse a pruebas de audición y de búsqueda de envenenamiento por plomo como parte de la evaluación integral.

Aunque los niños pueden perder su audición juntamente con el desarrollo del TEA, los síntomas comunes del autismo [como voltearse para mirar a la persona que llama su nombre] también pueden hacer que parezca que los niños no pueden oír cuando, cuando en realidad, si pueden.

Si el niño no responde a su nombre es importante que el médico evalúe si tiene alguna pérdida de audición.

El resultado de la evaluación ayudará a planear el tratamiento y las intervenciones para ayudar a su hijo.

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Referencias

Instituto Nacional de la Salud Mental. Guía para padres sobre el Trastorno del Espectro Autista. 2013.

Cortez Bellotti de Oliveira, M.; Contreras, M. M.: Diagnóstico precoz de los trastornos del espectro autista en edad temprana (18-36 meses). Archivos Argentinos de Pediatría 2007; 105(5):418–426

Hernández, J. M.; Artigas Pallarés, J.; Martos Pérez.: Guía de buena práctica para la detección temprana de los trastornos del espectro autista. Revista de Neurología 2005; 41(4):237–245