Hola querida mama [y papa]
¿Usted conoce algún niño que tenga problemas para dormir?
Con seguridad que sí.
Y tanto usted como yo sabemos que este cuadro [falta de sueño] tiende a agravarse cuando nuestro pequeño tiene algún trastorno del neurodesarrollo como el TDAH o AUTISMO. ¡Correcto!
Pues bien, un estudio publicado por la Sociedad Española del Sueño [SES] aporta más detalles a los problemas de sueño de nuestros pequeños.
También nos sugiere consejos bastante prácticos para superar este problema.
Conozcamos dicho estudio.
Problemas de sueño en niños neurotípicos y con trastornos como TDAH y AUTISMO
Este estudio afirma lo siguiente:
- Que alrededor del 25% de los niños con desarrollo neurotípico presenta algún problema de sueño.
- Esta cifra, sin embargo, se dispara hasta el 63% en el caso de los menores diagnosticados con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y
- Un punto más, hasta el 64%, en el caso de los niños que presentan un trastorno del espectro autista.
Por otro lado, esta diferencia se mantiene incluso en el caso de gemelos.
O sea, si uno de los gemelos es diagnosticado de autismo tiene hasta un 47% de probabilidades de tener trastornos del sueño, frente al 16% de posibilidades de su gemelo con desarrollo neurotípico.
Posibles causas de los problemas de sueño en nuestros niños
Hoy sabemos que hay tres bases fisiopatológicas que justifican las alteraciones del sueño en los niños con trastornos del neurodesarrollo.
- Por un lado, un aumento de la actividad del sistema orexígeno,
- Por otro, una disminución de la actividad del sistema serotoninérgico, que indica una caída en la actividad del sistema melatoninégico y
- Por último, una disminución de la proporción del sueño REM.
Así, lo ha explicado el doctor Gonzalo Pin Arboledas, jefe del Servicio de Pediatría y la Unidad del Sueño del Hospital Quirón de Valencia.
Durante su ponencia Sueño en el neurodesarrollo, incluida dentro del programa de la XXVIII Reunión Anual de la Sociedad Española de Sueño [SES].
Por otro lado, Pin Arboledas ha destacado también que, aunque más de seis de cada diez niños con trastorno del espectro autista presenta estos trastornos del sueño, sólo un 30% de los casos está diagnosticado y tratado.
Este es un dato bastante relevante, ya que solo un 8,3% de los niños con trastorno del espectro autista que tienen problemas de sueño en las primeras etapas de la vida mejoran espontáneamente, mientras que la cifra alcanza el 52% en el caso de los niños con desarrollo neurotípico.
Importancia del diagnostico en los problemas del sueño
Lo que normalmente sucede es que ni los padres e incluso los profesionales de la salud, les dan la debida importancia a estos trastornos del sueño.
Esto pasa por que están más atentos a otros problemas del niño que presentan síntomas más visibles y aparentan mayor urgencia en su atención.
Sin embargo, el diagnóstico precoz de los trastornos del sueño es muy importante porque sus consecuencias en cuanto a conducta, cognición y salud son dosis-tiempo dependientes.
Es decir, dependen de la cantidad de trastorno del sueño, del tiempo que duren esos trastornos y del momento del desarrollo en que se producen, ha argumentado el Dr. Gonzalo Pin.
En ese sentido, el miembro del grupo de trabajo de Pediatría de la SES ha explicado que llevan cinco años trabajando en un programa para mejorar la calidad del sueño de los niños con trastornos del neurodesarrollo.
Algo que tiene un impacto directo en los padres y madres, ya que hasta un 73% de los padres de niños con trastornos del espectro autista refiere tener una mala calidad de sueño y el 66% asegura dormir menos de seis horas diarias. Motivo por el cual los padres acostumbran a consumir fármacos como la melatonina para conseguir dormir.
Y, por supuesto, en los niños y niñas tambien: mejorar el sueño de estos niños es fundamental para que a la mañana siguiente tengan una mejor capacidad de atención y de aprendizaje.
Ya que, un buen sueño facilita mucho el trabajo que hacemos en el día con ellos.
Es realmente satisfactorio ver cómo mejora la calidad de vida de los niños, cuando conseguimos mejorar la calidad de su sueño.
El sueño, clave en el desarrollo cerebral
La neurociencia ha diagnosticado en los últimos años diferentes periodos sensibles durante la infancia, también conocidos como “ventanas de oportunidad”, en el desarrollo del cerebro infantil y en la adquisición y aprendizaje de habilidades y conocimientos.
«Existen etapas que son muy importantes en el desarrollo del niño y que en función de lo que hagamos pueden tener consecuencias para su neurodesarrollo”, ha asegurado el doctor Gonzalo Pin.
Por ejemplo, la importancia de los 1.000 primeros días de vida del bebé y, más en concreto, de su primer año tras el nacimiento, cuando tiene lugar un desarrollo del 14% de la amígdala cerebral [cerebro afectivo]. Justo durante esta etapa de su vida el niño debería dedicar al sueño el 50% de su tiempo.
Cuando eso no sucede así, ya sea porque el menor duerme menos de lo que corresponda o porque lo hace con horarios irregulares, eso se traduce en unas conductas que llamamos ‘TDAH Light’, por su parecido a las que presentan los menores diagnosticados de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad», ha afirmado el experto.
Además de esas conductas ‘TDHA Light’, según Pin la falta de sueño se manifiesta a corto plazo en dificultades para el aprendizaje y para la atención, así como en fracaso en el rendimiento escolar:
La memoria de trabajo y la memoria reciente tienen su consolidación durante las fases REM y no REM del sueño.
Si un niño no tiene una distribución proporcional de estas dos fases de sueño y un tiempo de sueño suficiente, la consolidación de la memoria se deteriora.
Más a medio y largo plazo, si no hay un tratamiento, los trastornos del sueño pueden derivar también en otros problemas de salud, ya que existe una relación directa entre las alteraciones del sueño y del ritmo circadiano y las probabilidades de sufrir sobrepeso u obesidad y alteraciones a nivel hipertensivo.
Los problemas de sueño, que a corto plazo pueden manifestarse exclusivamente en forma de trastornos de conducta o de aprendizaje, si persisten en el tiempo acaban afectando a todo el metabolismo del niño.
Para mejorar la calidad del sueño de niños y niñas y, con ello, su calidad de vida, el doctor Gonzalo Pin ha animado a padres y madres a actuar como ejemplo.
El primer paso es cuidar nuestro sueño, porque eso nos va a permitir ser mejores modelos educativos para nuestros hijos.
Tampoco debemos someter los ritmos de vida y de sueño de los menores “única y exclusivamente” a las necesidades logísticas del mundo de los adultos, y a cuidar los horarios y rutinas diurnos.
Es importante que los niños estén expuestos a la luz a primera hora de la mañana, que realicen actividad física para llegar al colegio [que vayan andando o en bicicleta] y que cuidemos que los horarios de las comidas sean regulares y tempranos.
El primer paso para mejorar la higiene del sueño es cuidar el día, porque el sueño forma parte de un ciclo de 24 horas y en función de cómo nosotros afrontemos el día, afrontaremos la noche, ha concluido el galeno.
Referencias
Sueño en el neurodesarrollo, incluida dentro del programa de la XXVIII Reunión Anual de la Sociedad Española de Sueño (SES).
Hola a todos, espero este artículo sea de mucha utilidad para todos.