El síndrome del intestino permeable, es una enfermedad del tracto digestivo, en la cual las paredes del estómago permiten el paso de sustancias dañinas hacia el torrente sanguíneo, para luego, estas llegar al cerebro, donde estimulan o anulan algún proceso neurológico cuya manifestación clínica se encuadra dentro de casos como esquizofrenia o trastornos del espectro autista [TEA].

Precisamente uno de los descubridores de esta patología, el doctor británico Andrew Wakefield, uso este síndrome para explicar cómo las vacunas causan efectos negativos a la salud, los cuales muchas veces derivan en trastornos neurológicos que se encuadran dentro del espectro autista

AUTISMO Y ALTERACIONES DEL APARATO DIGESTIVO

La primera evidencia médica sobre la relación entre disfunciones del tracto digestivo y trastorno dentro del espectro autista fue descrita por Goodwin en 1971, cuando este trabajo con un grupo de niños autistas e identifico en ellos un cuadro de mala absorción intestinal.

El resultado de esa investigación, estimulo diferentes estudios del aparato digestivo en la población autista y diferentes alteraciones fueron encontradas como: baja concentración de alfa-1antitripsina, elevada excreción fecal de calprotectina, deficiencia de enzimas proteolíticas, Permeabilidad Intestinal Anormal y deficiencia de la enzima fenolsulfotransferaza, trabajos realizados por los doctores [Alberti et al., 1999; D’eufemia et al., 1996; Andrews, 1972].

Otros estudios como el realizado por Wakefield y su equipo en el 2000. Detectaron un cuadro inflamatorio intestinal caracterizado por un gran número de nódulos linfoides en la región del duodeno y enterocolitis no especifica con posible etiología autoinmune en subgrupos de niños autistas.

¿QUE ES EL INTESTINO PERMEABLE?

Al respecto el médico español Joseph Mercola, menciona lo siguiente: Un intestino permeable es la condición que ocurre cuando se desarrollan espacios entre las células [enterocitos] que conforman la membrana que recubre la pared intestinal.

Estos pequeños espacios permiten que las sustancias como los alimentos no digeridos, desperdicios metabólicos y bacterias, que debieron ser confinados por el tracto digestivo, escapen por su torrente sanguíneo—de ahí el término síndrome de intestino permeable.

Una vez que la integridad de la mucosa intestinal se ve comprometida y haya un flujo de sustancias toxicas “escapándose” a su torrente sanguíneo, su cuerpo experimenta un aumento significativo de inflamación.

También, su sistema inmunológico podría confundirse y comenzar a atacar a su propio cuerpo como si fuera su enemigo [autoinmunidad].

Grafico explicando el síndrome de intestino permeable
El gráfico es bastante explicativo, los síntomas, independientes del origen, causan «agujeros» en el estomago. Una dieta saludable deberia ser el punto de partida en la rehabilitación/ ACP

Muy a menudo, el síndrome del intestino permeable está asociado con la enfermedad de intestino inflamado como Crohn y enfermedad celiaca. Pero incluso algunas personas saludables podrían tener diversos grados de permeabilidad intestinal que conducen a una gran variedad de síntomas de salud—y esto podría estar altamente influenciado por los alimentos que usted elije comer.

VACUNAS, GLUTEN, CASEINA… Y SU RELACIÓN CON EL INTESTINO PERMEABLE

En palabras del doctor Jose Artigas Pallares, director de la Unidad de Neuropediatria del Hospital de Sabadell, Barcelona, España. Explica que, entre las múltiples teorías etiológicas del autismo ha alcanzado gran resonancia popular la implicación de la vacuna triple vírica contra el sarampión, paperas y rubeola [MMR, pos sus siglas en ingles] como causa de autismo. La conexión entre vacunas y autismo se sustenta en dos teorías. Por una parte, se atribuye a la fracción antisarampionosa de la vacuna el desarrollo de una enteropatía malabsortiva [intestino permeable] que facilitaría la absorción de neuropéptidos tóxicos, cuyo efecto en el cerebro favorecería la aparición del autismo. La otra teoría involucra al timerosal [combinación de etilmercurio y tiosalicilato] utilizado como preservativo en algunas vacunas, entre ellas la triple vírica. Los datos en favor de estas hipótesis han generado una gran alarma social, especialmente en ciertos entornos proclives a la aceptación de hipótesis y terapias ‘alternativas’.

El doctor Andrew Wakefield es el máximo exponente de esta teoría, este presento diferentes estudios que en su teoría relacionan el autismo con las vacunas, siendo el artículo publicado en la revista científica The Lancet en 1998 la que causo más polémica, en dicho articulo menciona lo siguiente:

Se estudió una muestra de 12 niños entre 3 y 10 años, procedentes de una consulta de gastroenterología pediátrica, adonde acudían por diarrea crónica y dolor abdominal. Todos ellos tenían una historia de desarrollo normal, seguida de una regresión con pérdida de habilidades cognitivas, incluido el lenguaje. El inicio del deterioro conductual y cognitivo estaba asociado cronológicamente, en opinión de los padres, a la administración de la vacuna MMR en ocho, al sarampión en uno y a otitis media en otro. Se les practicó a todos ellos una ileocolonoscopia con extracción de muestra biópsica, resonancia magnética cerebral, electroencefalograma y punción lumbar. El diagnóstico neurocognitivo fue autismo en nueve de ellos, psicosis desintegrativa en uno y probable encefalitis posvacunal en dos. Todos los niños mostraron hiperplasia nodular linfoide en el intestino. La conclusión fue que podía existir una relación entre factores ambientales –muy especialmente por la administración de la vacuna MMR o por la enfermedad del sarampión– y el autismo, mediado por un problema de mala abosrción intestinal. El razonamiento que vinculaba el autismo a la inflamación intestinal se sustentaba en una teórica absorción excesiva de neuropéptidos tóxicos con acción opiácea que podían alterar las funciones cerebrales en un estadio precoz del desarrollo. A estas propuestas se añade la posible implicación de la intolerancia al gluten y la caseína como factores relacionados también con problemas malabsortivos. Adicionalmente, se implicaba la conjetura respecto a la transformación de ciertas proteínas, presentes en el gluten y la caseína, en moléculas con acción opiácea. Por tanto, los alimentos con contenido de trigo y productos lácteos tendrían un efecto nocivo intrínseco, y, en mayor medida, si existía un problema de intestino permeable.

Si bien el trabajo de Wakefield parecía demostrar una clara causalidad entre vacuna, sarampión y problema malabsortivo, pronto se desvanecieron las sospechas, por lo menos en la mayor parte del mundo científico. De hecho, los trabajos de Wakefield han sido considerados fraudulentos, con pruebas abrumadoras al respecto, salidas a la luz a partir de un trabajo de investigación llevado a cabo por Brian Deer, periodista del Sunday Times.

Dos días antes de la aparición en la prensa de la investigación de Deer, la revista Lancet calificó el trabajo de Wakefield como desastrosamente deficiente. Poco tiempo después, 10 de los 12 coautores se retractaron de las conclusiones expresadas en el artículo. Finalmente, el General Medical Council abrió proceso disciplinario por mala conducta profesional contra Wakefield, que concluyó con la prohibición del ejercicio profesional en el Reino Unido.

Más el daño ya había sido echo. En los Estados Unidos, por ejemplo, el sarampión ataco a 189 personas en 2013, después de estar erradicada hace más de 15 años, según datos proporcionados por el centro para el control y prevención de enfermedades [CDC, por sus siglas en ingles].  Para controlar la propagación de esta enfermedad varios estados norteamericanos no permiten matricular un alumno en la escuela, si no se presenta los documentos que prueban que ha recibido las vacunas en su totalidad. Tambien debemos añadir la nueva posición de la Academia Americana de Pediatria [AAP] que autoriza a los pediatras norteamericanos a no recibir niños en su consultorio si estos no han sido vacunados. Todas estas medidas son para contener una posible infección de niños no vacunados por ser alérgicos u otros motivos. A pesar de eso, la mayoría de los estados permiten la no vacunación de niños por motivos religiosos.

MOVIMIENTOS ANTIVACUNAS EN LA ACTUALIDAD

Los detractores de las vacunas han existido desde el surgimiento mismo, de las vacunas, sin embargo, han encontrado en la persona del actual presidente de los Estados Unidos Donald Trump el aliado perfecto para volver a aquella histórica lucha contra las vacunas.

Donald Trump, grafico de su tweet
La postura del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, es bastante clara en el tema autismo y vacunas / ACP

Donald Trump tiene clara su posición, el cree que las vacunas provocan autismo, afirmación que mantiene desde antes de ser candidato a la presidencia de los Estados Unidos, en la pasada carrera presidencial, concretamente el 11 de agosto de 2016 tuvo una reunión con activistas contra las vacunas, incluyendo al doctor Andrew Wakefield.

“Tuvimos una gran oportunidad para discutir sobre el autismo” con Trump, menciono Mark Blaxill, uno de los participantes. Blaxill es director ejecutivo de XPL Capital, una firma que invierte en tecnología con oficinas en Boston y Nueva York. Tambien es editor del site Age of Autism, la cual proclama dar “voz a aquellos que creen que el autismo es una injuria ambiental inducida, que es tratable y que los niños pueden ser curados”.

Luego del triunfo de D. Trump en las elecciones Jennifer Larson escribió en Age of Autism: “ahora que Trump gano, nos sentimos libres para compartir lo que paso en el encuentro del Sr. Trump con los portavoces del autismo en agosto de 2016. Él nos concedió 45 minutos y fue extremamente educado en escuchar sobre nuestras temáticas. Mark dijo “tú no puedes hacer una gran América con todos estos niños enfermos y otros más viniendo”. Trump sacudió su cabeza y estuvo de acuerdo. Él escucho la historia de mi hijo, las vacunas que recibió y las injurias que estas causaron en él. Andy le comento sobre Thompson y le dio una copia de la película Vaxxed. Dr Gary finalizo el encuentro diciendo “Donald. Tu eres él único que puede arreglar esto”. El dijo “lo are”. Todos nosotros quedamos esperanzados. Queda una gran cantidad de cosas por hacer”.

Ahora como presidente de los Estados Unidos y debido al último escándalo que sacudió este país, denunciado por el doctor Thompson, sobre la omisión de datos por parte de los CDC, que comprometían significativamente el riesgo de contraer autismo en la población infantil afroamericana de dicho país, el movimiento antivacunas vuelve a tomar fuerza.

Las ultimas noticias sobre las actividades de Trump en lo relacionado a la demostración de aquella relación entre autismo y vacunas, esta plasmada en la creación de un equipo muldisciplinar que investigara en todo lo referido a autismo y vacunas. Para este cometido Donald Trump invito a Robert F. Kennedy Junior para liderizar este equipo de científicos. Recordemos que Kennedy es un conocido activista en contra de las vacunas y que lanzo recientemente un libro sobre esta temática denominado Thimerosal: Let the Science Speak.

REFERENCIAS

CDC Is A Vaccine Company, A “Cesspool Of Corruption” Says Robert F. Kennedy Jr. http://www.vaccines.news/2017-02-25-cdc-is-a-vaccine-company-a-cesspool-of-corruption-says-rfk-jr.html. Accesada en 28/02/2017

Trump Says He’s ‘Exploring’ Forming Commission to Study Autism. https://www.bloomberg.com/politics/articles/2017-01-10/trump-asks-vaccine-skeptic-kennedy-to-lead-u-s-safety-panel. Accesada en 01/03/2017

Conheça a origem do movimento antivacina                                                      http://emais.estadao.com.br/noticias/bem-estar,conheca-a-origem-do-movimento-antivacina,10000074329. Accesada en 27/02/2017

Trump met with prominent anti-vaccine activists during campaign. http://www.sciencemag.org/news/2016/11/trump-met-prominent-anti-vaccine-activists-during-campaign. 01/03/2017